Los monosacáridos en disolución adquieren estructuras cíclicas (denominadas en proyección fórmulas de Haworth) cuando presentan 5 o más átomos de carbono, es decir forman anillos estables hexagonales o pentagonales, y se comportan como si tuviesen un carbono asimétrico más al que se denomina carbono anomérico.
El carbono anomérico es resultado de la formación de enlaces hemicetales, que se dan al reaccionar aldehídos con alcoholes y hemicetales, formados cuando reaccionan cetonas con alcoholes.
En las aldohexosas, la estructura cíclica se origina al reaccionar el grupo aldehído del carbono 1 con el grupo hidroxilo del carbono 5, formando un hemiacetal intramolecular. El anillo resultante se llama piranosa por su similitud con el pirano.
En las cetohexosas, el grupo cetónico situado en el carbono 2 reacciona con el grupo hidroxilo del 5 para formal el hemicetal intramolecular. El anillo resultante se denomina furanosa por su similitud con el furano.
En las aldopentosas, el hemiacetal se forma entre los grupos aldehído del carbono 1 y el hidroxilo del carbono 4. El anillo resultante es furanósico.
La presencia del carbono anomérico permite además, la existencia de dos nuevos esteroisómeros, denominados anómeros. Cuando el grupo -OH se sitúa hacia abajo del carbono anomérico, el esteroisómero se llama α; si por el contrario se sitúa por encima, se llama β.
A su vez, en las fórmulas piranósicas el anillo no es plano, sino que puede adoptar dos conformaciones en el espacio: forma de nave si los extremos en anillo están hacia el mismo lado «cis» y forma «trans» o de silla de montar (más estable) cuando los extremos están hacia uno y otro lado.