A lo largo del proceso evolutivo de los animales, también conocidos como metazoos, el aparato digestivo ha ido aumentando en complejidad a medida que los animales se han adaptado a nuevos nichos ecológicos, es decir a nuevas condiciones ambientales o ecológicas.
El proceso digestivo a pasado de ser externo, es decir que las células secretan enzimas al medio externo donde realizan el proceso para después ser absorber el resultado del proceso digestivo a pasar a ser interno es el que los animales poseen estructuras más o menos especializadas para poder realizar todo el proceso digestivo.
Dentro de estos últimos podemos observar de los sistemas más sencillos como por ejemplo el de los cnidarios tienen una cavidad gástrica (gastrovascular) tapizada por la gastrodermis y un sola abertura.
En el otro extremo de la complejidad encontramos a los vertebrados, donde el aparato digestivo ha alcanzado un alto grado de especialización formado por diferentes órganos con tejidos y estructuras especializadas.
En nuestro caso nos centraremos en el aparato digestivo de los mamíferos, y más concretamente en el de los seres humanos.
El aparato digestivo se inicia en la boca, que es la cavidad que actúa de entrada al tubo digestivo. Dentro de la boca podemos encontrar las siguientes estructuras:
- Dientes. Se dividen en cuatro grupos: incisivos, caninos, premolares y molares, cuya función principal es la de cortar y triturar los alimentos para convertirlos en el bolo alimenticio.
- Lengua. Se trata de un órgano muscular que posee la función de mezclar los alimentos, distribuirlos para poder realizar la masticación por parte de los dientes y la deglución.
- Glándulas salivares. Son la encargadas de producir la saliva que entre sus funciones esta la de humedecer los alimentos para permitir su correcta deglución y la del inicio de la digestión química ya que la saliva posee amilasa, que es una enzima que actúa sobre el almidón. En la boca poseemos tres pares de glándulas salivares: sublinguales, submaxilares y parótidas.
La siguiente estructura en el tubo digestivo es la faringe que tiene como característica que se comparte con el aparato respiratorio, al final de esta se encuentra la epiglotis, una lámina cartilaginosa que impide el paso de los alimentos y permitir el paso de estos al esófago.
En nuestro camino por el aparato digestivo, nuestra siguiente estación es esófago, un tubo muscular de aproximadamente 25 cm que une la faringe con el estómago a través del diafragma.
Por este los alimentos pasan por medio de movimientos periestálticos, es decir que el alimento se dirigen hacia el estómago mediante contracciones musculares del propio esófago.
Nuestra siguiente etapa es el estómago, este se trata de una bolsa muscular en forma de J que recibe y almacena la comida para ser sometida a procesos digestivos. El estómago se encuentra limitado por dos válvulas, una superior denominada cardias, que cierra el paso con el esófago e impide el reflujo gástrico, y una inferior denominada píloro, la cual cierra el paso de los alimentos al duodeno.
En el estómago se encuentra tapizado por mucosa que producen un mucus que protege el estómago durante el proceso digestivo.
En el estómago se secretan dos sustancias principalmente, denominadas jugo gástrico, que intervienen en el proceso digestivo químico transformando el bolo alimenticio en el quimo. Estas sustancias son:
- Ácido clorhídrico, HCl.
- Pepsinógeno.
Una vez pasado el estómago nos encontramos con el intestino delgado, pero de este destacamos el duodeno ya que en el se verterán las sales biliares y el jugo pancreático.
Las sales biliares se producen en el hígado y se almacenan en la vesícula biliar y su función es la de emulsionar los lípidos para su que las lipasas actúen mejor sobre ellos.
El jugo pancreático, que se produce en el páncreas y es vertido al duodeno a través de la ampolla de Vater. En su mayor proporción está compuesto por bicarbonato, en forma de ion, encargado de neutralizar la acidez del quimo así como de un cóctel de enzimas encargadas de la acción sobre los lípidos, (lipasas), proteínas (proteasas, pepsinas), glúcidos (amilasa, maltosa…). Aquí el quimo pasa a denominarse quilo.
El intestino delgado, formado por el duodeno (del que ya hemos hablado antes), yeyuno e íleon es donde se produce el proceso de absorción intestinal por la cual los nutrientes pasan al sistema circulatorio para su distribución por el organismo.
Para optimizar este proceso el intestino delgado esta surcado por pliegues intestinales, recubiertos por vellosidades intestinales y cada una de estas recubiertas por la microvellosidades. Con todo esto el intestino aumenta de forma increíble su superficie.
La última etapa es el intestino grueso formado por ciego, colon (ascendente, transverso y descendente) y recto. En esta parte del aparato digestivo los restos de los alimentos se compactan, se absorben sales y agua produciéndose las heces fecales que serán defecadas a través del ano.
A continuación os dejamos los esquemas que se realizaron en clase.
A continuación os dejo los enlaces para la descarga de los esquemas realizados en clase.
Anatomía del aparato digestivo
«Lo bueno de la ciencia es que es cierta independientemente de si crees o no en ella»
Neil deGrasse Tyson
Ad orbis per scientiam